30/8/15

Entrenando

“Quiero un mundo mejor. Quiero crecer, quiero cambiar.
Cómo hago? cómo hacen los demás?”

Los cantantes, pianistas, bailarines, deportistas, etc. pasan 95% de su tiempo ensayando y 5% ejecutando.
En la vida real pasamos el 95% ejecutando (sino más) y, un 5% ensayando.

Leyendo conocemos. Podemos ver un mapa antes de salir de excursión o de viaje. Podemos tener el celular en la mano que nos diga hacia donde dar cada paso, en qué esquina doblar. Sin embargo, es nuestro cuerpo el que da el paso. Aunque tengamos un calzado que nos protege es nuestro pie el que apoya sobre el suelo. Son nuestros ojos los que ven el paisaje y el camino, y finalmente somos nosotros los que decidimos dar el paso y hacia dónde darlo, más allá de lo que nos diga google. Podemos confiar en un libro, en una frase inspiradora, en un video instructivo, en un tutorial, en los 5 pasos de llegar al éxito. Sin embargo, día a día, minuto a minuto, latido a latido, en cada inhalación, somos nosotros, es nuestro cuerpo el que hace, el que respira, el que decide, el que siente, el que sufre o se llena de dicha, el que VIVE.

Como dijo Korzybski, el mapa no es el territorio.
Ver una foto de un auto no es lo mismo que sentarse en él, olerlo, sentirlo, tocarlo, pisar el acelerador y escuchar rugir al motor.
Ver un video de las cataratas puede estar bueno. Estar frente a tan imponente realidad, es vivir la experiencia, es estar en contacto directo con la Vida. Es dejar de poner filtros entre lo que sucede, entre lo que ES, y lo que somos: un ser humano con mucho más que 5 sentidos.

La única forma de cambiar es cambiando.
Y siempre hay una primera vez. Para cada cosa nueva que haga, va a existir una primera vez. Y sólo es posible esta primera vez probando, haciendo, animándome. Si quiero saber cómo es el sabor de un lemon pie, no me queda otra que dar un primer bocado. Si me cuentan historias de amor puedo acercarme a un cuento de otro, si me cuentan lo que se siente al dar y recibir un beso apasionado lo puedo imaginar, y la mente es muy poderosa en este sentido. Si nunca dí un beso, podré tener algunas sensaciones al respecto, y probablemente muy diferentes en intensidad y cualidad a las sensaciones reales, crudas y directas de un buen chupón con la persona que más me calienta.

A veces, para probar algo nuevo, algo distinto, algo atrevido, algo arriesgado (para lo que cada uno considere arriesgado), o para entrenar, es necesario ponerse protectores. Si estamos aprendiendo a andar en rollers, vamos a ponernos un casco, guantes, protectores de rodillas, codos y muñecas. Para un boxeador que entrena todos los días, necesita ponerse guantes y protectores en la cabeza y practicar pegándole a una bolsa mullida. Así, todas las veces que nos iniciamos y entrenamos, buscamos la forma de sentirnos seguros.

Cuando vamos al día a día y pasamos del imaginario a la cancha. Cuando estamos en el campo de lo real, de las emociones, del cara a cara, de las relaciones, de los vínculos, de nuestra propia vida, de nuestros proyectos personales, de nuestro crecimiento, nuestras pasiones, nuestras ganas... nos encontramos con lo mismo: necesitamos probar en un ambiente seguro, con protectores, con almohadones.
Muchas veces no nos alcanza con el coraje y algún libro que nos recomiende “cómo lidiar con gente tóxica”.

Estos espacios de protección, de práctica con cuidado, de situaciones “como si”, son los espacios terapéuticos. Son los espacios de expansión cuidada, de creatividad acompañada, de movimientos paso a paso, en cámara lenta. Sin golpes, sin moretones, sin tajos, sin corazones destrozados.
Los talleres, grupos y espacios de desarrollo personal y/o terapéuticos nos acompañan en estos movimientos nuevos, diferentes, temidos. Son espacios de expansión cuidada, de confrontación amable. Nos permiten ensayar nuevas formas, respirar de otra manera a la habitual, mirar cómo me gustaría mirar, probar aquella palabra, mover esa parte del cuerpo, ser mirado como me mira esa persona y poder responderle aquello que quisiera y no me animo.

Nadie llega a este mundo sabiendo vivir, aunque algunos tengan ciertas ventajas. La propuesta es que te des el permiso de ensayar, de entrenar, de ir haciendo pequeñas expansiones, de fortalecer aquel músculo débil, de elongar aquello que te tira siempre, de bajar a tierra esa nube de pensamientos y conversaciones mentales, de animarte a expresar lo temido, lo vergonzoso, lo no dicho.

7/8/15

Escaparme

escaparme...
tan fácil e imposible
tan liberador y encadenante

danzo en mi propio barro
en este presente que ya es
que no pide permiso y que transcurre

y ya nada puedo hacer para escaparme
ya está ocurriendo y el escape es una fantasía
nadie escapa del encuentro
de dos ojos con dos ojos

nada ocurre sin propósito
nada sucede por azar
no hay un despertar sin motivo
no hay una mirada inocente

la Vida ofrece vida
y eso es cambiar
y eso es moverse
y eso es verse

la vida está ocurriendo
y mis palabras se vuelven cortas, torpes
en cada ínfimo e infinito instante
estoy siendo aquel que busco ser

y el encuentro hoy es con vos
y la vida así lo quiere
tan fácil e imposible
tan liberador y estimulante