22/2/13

Satélite espía

Enteramente blanca.
Disimuladas sombras
y recovecos diminutos aparecen
entre sus dos mejillas rosadas.

Parece mirarme.
Me espía,
como dándole la espalda al sol.
Él la asedia, ella brilla.

Tiene las mareas amacándose
tranquilas en su cama.

Delante del azul celeste
ella es luna llena,
y también creciente.

Algo temblorosa su mirada.
No distingo sus ojos ni su boca,
sí su cara.
Está ahí,
tranquila y en calma.

Hoy la veo de día.
Luna diurna.
Mas no menos imponente y radiante
que en las noches llenas.

Se muestra gentil.
Sí, sabe mostrarse...
y también sabe ocultarse.
No tiene dos caras, es la misma,
sólo que renovada.

No esta desconectada,
tiene otra forma de llegar.

Ella Es.


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